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domingo, 27 de marzo de 2011

COMENTARIO DE UNA IMAGEN DEL IMPERIALISMO


LA ÉPOCA DEL IMPERIALISMO

A finales del siglo XIX, las grandes potencias mundiales iniciaron una nueva expansión colonial conocida como imperialismo. Se basó en la conquista y explotación económica del mayor número de territorios posible de África, Asia y Oceanía.

No en todos los continentes se aplicó el mismo modelo de colonialismo.

En África se llevó a cado una colonia de explotación. Había una explotación económica por parte de la metrópoli y se encontraban bajo la soberanía y la administración de la potencia.

En Asia se llevaron a cabo los protectorados o concesiones. En los protectorado la potencia controlaba las riquezas, mientras que un “gobierno títere” nativo se ocupaba de la política interior. En las concesiones los países independiente concedían a las potencias puertos y ventajas comerciales importantes, codiciados por un interés estratégico o comercial.

Por ejemplo, en China lo que se buscaba eran unos objetivos mercantilistas. Querían una obtención de mercados para sus excedentes de producción, la explotación de materias primas y la conquista de territorios donde exportar capitales.

En Oceanía se impusieron colonias de poblamiento, eran territorios con una escasa población indígena que fueron ocupados por masa de colonos.



DESCRIPCIÓN DE LA IMAGEN

Esta imagen es una caricatura del reparto de China entre las potencias imperialistas.

Hay representantes de todos los grandes países, los cuales se están repartiendo China como si fuera una pizza o un roscón de reyes. Cuidadosamente, piensan que trozo elegir para que les toque la sorpresa .

Detrás de todos ellos está el emperador chino enfurecido y asustado porque las grandes potencias se van a repartir su país.



DESCRIPCIÓN DE LOS PERSONAJES

De izquierda a derecha aparece:

La reina Victoria de Inglaterra, caracterizada por la corona, las múltiples joyas, el velo blanco... Está discutiendo con Guillermo II, emperador de Alemania. Reconocido por su bigote, el traje militar y el casco. Al lado de él, de barba y bigote rubio y con un traje militar de color verde se encuentra Nicolás II, zar de Rusia.

Por detrás se asoma Marianne, que simboliza la República francesa. Lleva el gorro frigio y un vestido con la bandera tricolor. El último hombre sentado a la mesa es Meiji Tenno, emperador japonés, vestido con un kimono y el pelo recogido en un moño.

Detrás de todos está el emperador chino, con la típica trenza y una pequeña barba blanca.



TRATADOS DESIGUALES

Esta imagen es de finales del siglo XIX, durante el periodo de los ‘Tratados Desiguales’. Fue una serie de convenios celebrados en China, en los que este país se vio forzado por las grandes potencias a firmarlos.

El propósito de estos tratados era aprovechar la debilidad de China para exigir a este país determinadas concesiones. Y aunque en esos tratados participaron más países, como EEUU, los que salieron ganando fueron las potencias de la imagen.

Antes de terminar el siglo XIX, China estaba repartida en áreas de influencia política y económica bajo el control de las potencias extranjeras. Se dividió en cinco zonas de influencia controlada por Francia, Reino Unido, Rusia, Japón y Alemania.

Exactamente no se repartieron China, las potencias ejercieron una dominación política y económica pero de forma indirecta (esferas de influencia). Y abrió once puertos al comercio exterior.

Aunque algunos territorios los tuvo que ceder, como la isla de Hong Kong y la península de Kowloon que cayeron en manos de Gran Bretaña.



INTERESES

Las potencias querían que los puertos chinos se abrieran al comercio exterior:

Rusia, que se había extendido hasta el extremo oriental, aspiraba a tener Manchuria y Corea.
Francia deseaba las zonas chinas adyacentes con Tonkin.
Alemania quiere ampliar su territorio colonial por las provincias del noroeste.
Gran Bretaña se orientaba a obtener la cuenca del Yangtsé que sirviese para hacer más eficaces los intereses británicos de Hong-Kong y Shanghai. Tmbién quería poder comerciar con el opio.
Japón, fortalecido y occidentalizado, no estaba dispuesto a aceptar que Rusia extendiese su influencia en el norte de China ni que este último país lo hiciera con Corea. Quería la independencia de Corea y algunos territorios de China como Liao-Tung o Taiwán. También quería obtener todos los privilegios de que gozaban las grandes potencias occidentales en China.

miércoles, 23 de marzo de 2011

CUANDO MENOS TE LO ESPERAS SALE EL SOL


Esa luz de África... incandescente, inagotable, inconfundible... Ni siquiera es comparable al amanecer de la Playa de la Concha en San Sebastián.
Reina el calor eterno, el calor del trópico. El sol enorme, incansable alumbra hasta los sitios más recónditos.
Todo se puede ver con claridad. Incluso con esta luz las cosas se perciben de forma diferente, los colores, los olores, los sabores..., nada parece lo mismo. Es imposible no llenarse de vitalidad y energía.
¿Cómo debe de sentirse un nórdico al llegar a África? Sin duda, es muy posible que se ciegue, no solo por la iluminación de África, sino también por la belleza de este continente.
Es paradójico que en el continente con más pobreza y miseria del mundo sea el lugar donde más brilla el sol.



A pesar de todo... LA VIDA BULLE


En las calles de Accra se mezcla el calor con la muchedumbre, la luz con los olores... Todo hace que este continente sea totalmente desconocido para la gente de occidente.
Entre sus callejones fluyen todo tipo de olores. Olor a pescado secándose y carne pudriéndose, flores frescas y alcantarillas apestosas.
Olor a vida y a muerte, a esperanza y a abandono, a alegría y a tristeza...
Lo que para nosotros puede resultar incluso repulsivo, es la mayor expresión de vitalidad de toda una ciudad. Que come, vive y ama, donde nosotros no nos sentaríamos.

¡Abre tu mente, tus sentidos!